Para las mujeres de todo el mundo, el acceso a compresas higiénicas y asequibles puede ser todo un reto. Máquinas de compresas femeninas ofrecen una solución, permitiendo la producción a pequeña escala de compresas a nivel local. Siga leyendo para saber cómo estas máquinas están mejorando la salud de las mujeres, creando oportunidades de empleo y apoyando el desarrollo comunitario.
Derribar las barreras para la salud de la mujer
Un factor que limita el acceso de las niñas y las mujeres a los productos sanitarios es el coste. Los pañales comprados en las tiendas pueden resultar sencillamente inasequibles para las familias con menos ingresos de las regiones en desarrollo. Los pañales de tela reutilizables requieren agua y jabón adecuados para su lavado, a los que muchas carecen de acceso. Como resultado, las mujeres recurren a alternativas insalubres e inseguras durante la menstruación, arriesgándose a sufrir problemas de salud como infecciones reproductivas.
Los tabúes culturales en torno a la menstruación suponen otra barrera. En muchas sociedades tradicionales, los periodos se consideran sucios o impuros. Este estigma impide el debate abierto y las soluciones. Las mujeres pueden ser aisladas en cabañas menstruales o sacadas de la escuela durante sus periodos. La falta de una higiene sanitaria adecuada causada por el secretismo, la vergüenza y la desinformación crea riesgos para la salud.
Las máquinas de compresas femeninas instaladas en las aldeas abordan estas barreras de frente. La producción local de compresas las hace asequibles y accesibles. El funcionamiento de las máquinas crea empleo para las mujeres. La venta y distribución de las compresas por las mujeres locales ayuda a romper tabúes mediante la educación y el diálogo abierto sobre la salud menstrual. Es un enfoque integrado que eleva económicamente a las mujeres al tiempo que mejora la salud de la comunidad.
Cómo funcionan las servilleteadoras
Las máquinas de servilletas Lady están diseñadas para ser manejadas con una formación mínima por grupos de autoayuda de mujeres de aldeas rurales. El proceso de fabricación es sencillo y utiliza materias primas fácilmente disponibles.
He aquí el proceso paso a paso:
- Las materias primas como el algodón, la pulpa de madera de pino y los polímeros absorbentes se cargan en la máquina.
- Las materias primas pasan por una secuencia integrada de procesos que incluyen la mezcla, la molienda, la compresión y el moldeado.
- Una cinta transportadora lleva el material a través de rodillos de presión para densificarlo y darle forma de servilletas.
- Las servilletas son plegadas y empaquetadas manualmente por operarios.
- Las compresas se distribuyen y venden localmente a precios asequibles.
Las máquinas están disponibles en varias capacidades de producción que van de 1.000 a 10.000 servilletas al día. Todo el proceso puede ser gestionado de principio a fin por 3-4 mujeres operando la máquina. El mantenimiento es mínimo gracias a su sencillo diseño mecánico.
Beneficios para las mujeres y las comunidades
Las máquinas de servilletas femeninas tienen un impacto inmenso en la salud de las mujeres, el empleo y el desarrollo comunitario:
- Mejora del acceso a compresas higiénicas y asequibles
- Mayor asistencia a la escuela de las adolescentes que pueden controlar la menstruación
- Mayor concienciación y educación sobre la salud menstrual
- Reducción de las infecciones reproductivas por el uso de compresas antihigiénicas
- Puestos de trabajo e ingresos suplementarios para las mujeres que manejan las máquinas
- Apoyo a las empresarias que venden y distribuyen compresas
- Impulso de la economía local en torno a la producción y las ventas
Al facilitar la producción descentralizada a pequeña escala, las máquinas de toallas femeninas permiten a las mujeres tomar la salud menstrual en sus propias manos. La disponibilidad local de compresas está ayudando a superar tabúes culturales y permitiendo a las mujeres gestionar sus periodos con seguridad y dignidad. Es una pequeña innovación que está marcando una gran diferencia en todo el mundo.